lunes, 1 de abril de 2013

Los inicios de la bioética; inicios vergonzosos


"Quien olvida su historia está condenado a repetirla".
Marco Tulio Cicerón
El término «bioética» se acuñó en 1971, por Van  Rensselear Potter en su libro “bioética: Un puente hacia el futuro” y en el mismo año a W.T. Reich quien dio el nombre al Instituto  para el estudio de la reproducción humana y bioética en la universidad de Washington D. C.  Siendo éste último quien le dio un contexto de «…una nueva disciplina que combina el conocimiento biológico con el sistema de los valores humanos…» y no el «Estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias humanas  y la atención sanitaria en cuanto se examina esta conducta y a la luz de sus valores  y principios morales.» del libro de Van  Rensselear Potter.
Historia reciente de la bioética.
El primer hito para el desarrollo de la bioética se remonta a 1961, cuando se crean las primeras máquinas de hemodiálisis y  específicamente en Seattle, un año después en 1962 aparece una publicación del LIFE magazine titulado “They decide who lives, who diez” (ellos deciden quien vive y quien muere) riñones artificiales, título que sigue siendo fuerte para los médicoes y que fue escrito haciendo referencia a los criterios de elección de pacientes a las máquinas de hemodiálisis, que estaban recientemente descubierto.



Recordemos que fue  escrito en 1962, en una época donde se seguía haciendo una medicina paternalista, en que un médico decidía según su criterio el curso del tratamiento y que pendía de sus valores como persona, teniendo con frecuencia  conflictos con la objeción de conciencia*.
Segundo momento importante en la bioética; New ingland journal of medicine (1966) de Beecher sobre la investigación sin ningún criterio ético, compendio de 22 artículos de investigación objetables desde el punto de vista ético, con el precedente directo de los experimentos realizados por los nazis en campos de concentración alemanes, ¿Qué tan cuestionables? ¿Qué les parece el inocular virus de la hepatitis  a niños afectados por deficiencia mental en un centro de Willowbrook?
 
4 años más tarde el senador Edward Kennedy saca a la luz el experimento de Tuskegee, Alabama, este consistía en negar el antibiótico a los individuos de raza negra afectados por sífilis,  ¿la finalidad?  Poder estudiar el curso de ésta enfermedad.
La opinión pública quedó afectada y se formó la Comisión Nacional (1974) que marcó las directrices que los experimentos debían seguir a partir de entonces en base al Informe Belmont.
En 1975 el caso de Karen A Quinlan, joven norteamericana en estado de coma por ingesta de alcohol, y barbitúricos cuyos padres católicos aconsejados por el párroco pidieron a la dirección del hospital  que se le desconectara del respirador que la mantenía viva originando un proceso legal que finalmente  reconoció «el derecho a morir en paz y con dignidad» y que inició la difusión de las «órdenes de no resucitación» siendo las primeras legislaciones sobre directivas anticipadas.
En 1981 surge el caso-debate sobre Baby Doe, un neonato afectado por síndrome de Down con atresia esofágica al cual le fue negala una intervención urgente en el hospital de Bloomington, Indiana surgiendo las llamadas «regulaciones Baby Doe» que obligan la cirugía en caso de repetirse éste caso.
Por el momento creo que es suficiente para un blog,  la bibliografía básica es de Javier Gafo Fernández, la quinta edición de 10 palabras clave en bioética (libro básico y obligado), el resto, pues sólo hay que leer los casos antes mencionados. Nuevamente la realidad supera la ficción.
Y ya que están en el ciber-espacio… Que tal leer esos vergonzosos antecedentes, darse una idea de cómo era la medicina antes de la bioética actual.
*¿Qué es objeción de conciencia?
La objeción de conciencia es la negativa o el rechazo al cumplimiento de un deber jurídico de naturaleza personal por razones de conciencia, en este caso de un médico que se niega a cumplir su deber jurídico de respetar la decisión del paciente de rechazar la transfusión de sangre, solicitando ser dispensado del cumplimiento de dicho deber. El caso o ejemplo más fácil de vivir en nuestro hospital es el conflicto que existe al atender a un paciente que se niega a transfusión por sus valores religiosos (ej. Testigos de Jehová) mientras el médico se siente que “tiene que salvarlo” y que no transfundirlo va contra su labor como médico, a esto se le llama objeción de conciencia. Conflicto ético frecuente para el médico con una visión paternalista que también puede ser un acto loable (que abordaremos en otra entrega)
 
Dr. Jaime E. Martínez Mendoza
«Doctor patólogo»

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