EL TRABAJO
MULTIDISCIPLINARIO EN LAS UNIDADES DE CUIDADOS INTENSIVOS
Como en pocas
áreas, los cuidados brindados en una unidad de terapia intensiva deben ser
otorgados en un contexto multidisciplinario y multiprofesional, ya que
recordemos que una unidad de terapia intensiva es aquella capaz de cuidar y sostener las funciones vitales
de los pacientes con riesgo actual o potencial de vida, por lo que las
variables más pequeñas pueden condicionar daños irreversibles e irreparables en
el individuo a cuidar, y deberá existir una relación armónica entre los
recursos humanos, materiales, tecnológicos, administrativos, farmacológicos e
inclusive arquitectónicos con los que se cuentan en la unidad para brindar un
cuidado de excelencia y tener tasas de éxito altas con relación a las
expectativas.
Este encuadre
multidisciplinario deberá contemplar ambas ramas de atención: la médica y la
administrativa, por lo que las abordaremos como tópicos separados pero de
integración conjunta:
Desde el punto de vista médico (o de atención clínica)
debemos conceptualizar una unidad de cuidados intensivos como un espacio físico
liderado por un grupo de especialistas responsables del área (casi siempre
intensivistas, internistas, cirujanos, anestesiólogos o urgenciologos) que son
los encargados de conjuntar todos los criterios y sugerencias de los médicos
que se ven involucrados en el tratamiento de este paciente. Hago especial
énfasis en este concepto ya que en las unidades de cuidados intensivos no hay
cabida para el término de “Médico Tratante” pues
como ya hemos insistido el manejo deberá ser siempre de forma
multidisciplinaria, requiriendo en muchas ocasiones la realización de sesiones
clínicas de decisión o consejos clínicos para definir las acciones a realizar
en los usuarios de dichas unidades; desgraciadamente en la actualidad, la
cotidianidad de estos servicios representa el abandono del paciente hacia los
médicos asignados al área de terapia y persiste la idea errónea de que el médico
generador del paciente que atendía la patología subyacente(casi siempre los
quirúrgicos y los internistas de piso) ya no es responsable del manejo del
mismo mientras se encuentra en el espacio físico de cuidados intensivos dejando
su manejo a criterio del intensivista; por lo que se deberá inculcar el
concepto de “Médicos Responsables” en lugar de médico tratante
Los cuidados multidisciplinarios deberán ser normados y
regularizados mediante la aplicación de procesos y protocolos que deberán
definir clara y específicamente las funciones de cada uno de los individuos
involucrados en la atención directa de los pacientes en todos los momentos de
dicha atención, desde que ingresa el paciente a la UTI hasta su egreso. Por
ejemplo deberá existir un protocolo de traslado del paciente hacia la terapia
en donde se defina claramente quien será el responsable de la camilla, del
oxigeno, de la vía aérea, de su entrega a la unidad, de la información que se
deberá proporcionar, etc. Así mismo deberán existir protocolos para la atención
integral del paciente, las sesiones de toma de decisión, los códigos
azules, etc. Las admisiones y egresos deberán ser siempre consensuadas entre
los diversos especialistas que se verán involucrados en el tratamiento de estos
pacientes y se deberá tomar en cuenta a las autoridades del hospital para
optimizar recursos y evaluar los impactos que pudieran conllevar las acciones
críticas a realizar en los cuidados otorgados.
Desde el punto de vista administrativo, debe existir una
interrelación muy estrecha entre el jefe de la unidad de cuidados intensivos y
la jefa de recursos materiales y así como con administrador del hospital,
ya que como es sabido, las unidades de cuidados críticos son las que mayor
índice de consumo de recursos per/paciente presenta y de no existir una
adecuada comunicación podría presentarse el caso de desabasto en la propia sala
o en algunos casos en toda la unidad hospitalaria, por lo que es imprescindible
la planeación y racionalización de recursos e insumos esperados para su optimo
desempeño y dicha planeación no es posible sin un estrecho vínculo entre el
operativo y el administrativo.
Por todo lo anterior, es más que evidente la necesidad de
la reconceptualización del trabajo de equipo para que las unidades de cuidados
críticos funcionen en un ambiente seguro, de alta calidad, eficiente y eficaz
que nos conlleve a garantizar la excelencia en el cuidado de nuestros
pacientes, quienes, al final del día, son nuestra única razón de ser.
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